El Hermano Juan Bautista
 

Jean-Baptiste Furet nace el 24 de septiembre de 1807 en un caserío de Saint-Pal-de-Chalençon, Alto Loira, en Francia; en una familia de agricultores.  Es el tercero de seis hijos.  Tenía un temperamento vivo y travieso, aunque de salud era delicada.  Es un alumno inteligente, pero asistió poco tiempo a la escuela.

El 27 de marzo de 1822 llega a La Valla –junto a otros ocho chicos de la región– y allí comienza su vida marista.

El 25 de octubre, con quince años, viste el hábito religioso.

Pronto lo vemos en Bourg-Argental trabajando a tope porque el H. Director (Jean-Marie Granjon) se ha marchado al convento de la Trapa de Aiguebelle, dejando solos con la escuela a los otros dos hermanitos de la comunidad.

Al año siguiente, en febrero de 1823, cae enfermo.  El Padre Champagnat va a visitarlo, acompañado por el Hermano Estanislao y, al regresar a La Valla, ambos se pierden en la nieve; es el conocido episodio del “Acordaos”.

El 8 de septiembre de 1828 hace la profesión perpetua y continuará trabajando en diversas escuelas que se van fundando en la región.

En 1839 funda la escuela de Saint-Paul-sur-Ternoise, ciudad de casi 4.000 habitantes, en el Norte de Francia, a 700 kilómetros de Nuestra Señora del Hermitage.  Permanece poco tiempo en dicha localidad ya que ese mismo año, un año antes de la muerte del P. Champagnat, se convoca el Capítulo General que nombra Superior General al H. Francisco y él es elegido Asistente, junto con el H. Luis María.

Inteligente y muy trabajador, después de la muerte del P. Champagnat, el H. Juan Bautista desempeña un papel decisivo en el desarrollo del Instituto por su oficio de Asistente y por los libros que escribió; sin contar su abundante correspondencia que ayuda a todos los Hermanos.  Fue la memoria viva del Fundador.

El P. Champagnat le había pedido que fuera el cronista del Instituto, “le encargó que tomara apuntes de todo lo que pudiera enseñar a los hermanos o servirles de ejemplo más tarde”.

Muere en Saint-Genis-Laval el 5 de febrero de 1872.

Entre los abundantes escritos que dejó debemos destacar: La “Vida de Marcelino Champagnat” (1856), las “Biografías...” (1868), las Enseñanzas Espirituales (“Sentencias...”, 1868), “El Superior perfecto” (1869), etc., etc.

En esta página ofrecemos el primero de ellos:

   
La «Vida de José Benito Marcelino Champagnat»
 

PRIMERA  PARTE

 
  Presentación del CEPAM (Centro de Estudios del Patrimonio Marista) de la Edición del Bicentenario, 1989.
Prólogo e Introducción del H. Juan Bautista.
  Nacimiento, padres y primera educación de Marcelino Champagnat.  Vocación.  Su vida en el seminario.  Junto con otros seminaristas concibe la idea de fundar la Sociedad de los Maristas.  Se prepara y es ordenado de sacerdote.
  Es nombrado coadjutor de Lavalla.  Lamentable estado de la parroquia.
Consigue renovar la parroquia.
  Funda el Instituto de los Hermanitos de María.  Vocación de los primeros discípulos.  Reglamento que les dio.  Las primeras escuelas.
  Marcelino Champagnat pide a Dios vocaciones.  De cómo escuchó Dios su oración.  Amplía el noviciado.  Formación de los novicios.
  Construcción de la casa del Hermitage.  Incorporación del señor Courveille, problemas.  Grave enfermedad.  Lastimosa situación y defección de algunos hermanos.  Marcelino recupera la salud.
  Los primeros votos de los Hermanos.  Nuevas fundaciones.  Se completa el hábito.  Nuevo método de lectura.  Gestiones para conseguir el reconocimiento legal del Instituto.  Los acontecimientos de 1830.  Se imprimen las Reglas.
  La Sociedad de los Padres Maristas consigue la aprobación de la Santa Sede.  La salud del Padre Champagnat se deteriora sensiblemente.  Se elige a su sucesor, el H. Francisco.
  La enfermedad se agrava.  Testamento Espiritual del P. Champagnat.  Agonía, muerte y exequias.  Unión de los Hermanos de Saint-Paul-Trois-Cháteaux y de los Hermanos de Viviers.  Autorización legal del Instituto.  Estado actual.
 

SEGUNDA  PARTE

 
  Retrato y carácter del Padre Champagnat.  Qué pensaba de la tristeza y de la santa alegría.  Su interés por moldear el carácter de los Hermanos.
  Del espíritu de fe del Padre Champagnat.  Su fervor en las oraciones.
 Lo que pensaba acerca de los medios humanos.
  Su confianza en Dios.  Lo que pensaba de la presunción.  Efectos de su confianza en Dios.  Los Hermanos buenos son el tesoro del Instituto.
  Su amor a la oración.  Interés en formar a los Hermanos en este santo ejercicio.  La oración es el punto capital.  Los ejercicios más importantes.
  Recogimiento y cuidado por mantenerse en la presencia de Dios.  Su ejercicio favorito.  Sentimientos de San Fran cisco de Sales.  Sus recomendaciones a los Hermanos.
  Amor a Nuestro Señor.  Su devoción a Jesús Niño, a Jesús paciente, a Jesús en el Santísimo Sacramento del altar, a la santa misa.
  Devoción a la Santísima Virgen.  Prácticas que estableció en el Instituto.  Celo en difundir esta devoción.  Salve Regina.  El «Acordaos» en la nieve.
  Obediencia y respeto a la jerarquía eclesiástica.  Obediencia, virtud necesaria a los Hermanos.  Su respeto al papa y a los obispos.  Ejemplos.
  Amor a la pobreza.  Los Hermanos viven pobremente.  Los forma en la economía.  Los Hermanos pródigos, azotes de las casas.  Los Hermanos han de cuidar el material.  Razones para evitar los gastos pequeños.
  Desasimiento de la familia y desapego de las criaturas.  El Hermano «criado» y el Hermano «hijo de la casa».  Vocaciones perdidas.
  Amor a la mortificación.  La mortificación, abecé de la vida espiritual.  Disciplina y cilicio.
Mortificación del empleo.
  Humildad.  Por qué el nombre de Pequeños Hermanos de María.  Primera lección a los postulantes.
El Libro de oro.
  Amor a la pureza.  Horror sumo que tenía al vicio opuesto y, en general, a todo pecado.  Reglas acerca de las relaciones con el mundo.  Ejemplos de severidad con los culpables.  El pecado, tema frecuente de las charlas del Padre Champagnat.
  Amor al trabajo.  Sus ejemplos.  Razones que obligan a los Hermanos al trabajo.  Últimos remordimientos del Padre Champagnat.
  Cariño y afecto a los Hermanos.  Solicitud por sus necesidades.  Su último deseo.
El aviso fraterno.
  Esmero que ponía en corregir los defectos de los Hermanos y en formarlos en la virtud.  Me la debe usted.  Lo que se ha de hacer para conservar a los Hermanos jóvenes.  Su dulzura y su firmeza.
  Esmero en la formación de los Hermanos Directores.  El arte de las artes.  Cualidades que el Padre Champagnat exigía a los Hermanos Directores.  Los creídos.  Puntos esenciales, funciones de la autoridad.  Defectos que la perjudican.
  Cómo se ingeniaba para mantener a los Hermanos en su vocación.  Asunto capital.  Piadosas industrias para acostumbrar a los postulantes.  Causas de la pérdida de la vocación.  Consejos de Egipto.
  Medidas que adoptó para mantener el espíritu religioso entre los Hermanos y firmeza en garantizar la observancia de la Regla.  Religiosos peligrosos.  Los grandes enemigos del Instituto.
  Celo por la gloria de Dios y la salvación de las almas.  Excelencia del empleo de catequista.  Cualidades del celo.  Medios para atraer las bendiciones de Dios.
  Caridad para con los pobres.  El real.  Hermosos ejemplos.
Los niños pobres en nuestras escuelas.
  Lo que hizo el Padre Champagnat en pro de la instrucción primaria de los niños
y la adecuada disciplina escolar.
  Consideraciones del Padre Champagnat acerca de la educación infantil.  La piedad.  La obediencia.  El buen ejemplo.  El amor a los niños.  Amistades particulares.  Disciplina.  Castigos.  Amor a Nuestro Señor.  Catecismo.  Respeto.  Celo.
  Constancia en el bien y en todo lo que emprendió.
Hermosa instrucción acerca de la constancia.